martes, 29 de abril de 2008

LOS DEMÓCRATAS Y PENSILVANIA

El pasado 22 de Abril se dieron las elecciones primarias en el estado de Pensilvania en los Estados Unidos. Los aspectos cómicos de la campaña se pueden ver en el presente vídeo del programa televisivo "The daily show".
Pese a ser un programa cómico nos permite acercarnos a los temas que pudieron ser claves para que la opinión de las personas se decanten por Hillary Clinton en lugar de Barack Obama. Los cuáles desde mi punto de vista fueron dos: primero, el hecho de que Obama llamase a la población como una plaza "bitter" (amarga), en base a sus caracterísitcas como estado americano desde San Francisco, definitivamente un craso error en sus pretensiones.
En segundo lugar, la discusión entorno a si Barack Obama es elitista o no, definitivamente encasillarle como tal genera una divergencia en tanto a los discursos que el procura, en la medida de que es un eterno preocupado por la clase obrera, debió de dar mejor frente a estas declaraciones.
Ante esto, la única salida que le quedó, fue decir antes de las elecciones que no apuntaba a una victoria, puesto que era conciente de que los errores cometidos fueron claves, hasta ahora, Obama no ha podido demostrar la solidez necesaria como para ganar en los estados grandes de Estados Unidos, ¿podrá ganar manteniendo la misma tendencia?

lunes, 21 de abril de 2008

Cuestiones de prestigio

"Es completamente falso que los pueblos no se dejen guiar más que por consideraciones de interés, y es completamente verdad que obedecen sobre todo a consideraciones dictadas por un deseo y una fe ardiente de prestigio". (GRAMSCI: Antología. II. pg. 405)


A lo largo de los últimos días vimos dos claros ejemplos que podrían sustentar perfectamente este argumento presentado en el texto de Gramsci. Primero, en el conflicto suscitado por la instalación de Agua en un AA.HH. en el cual se veía claramente la contraposición de posturas. Los que se encontraban en la parte baja del cerro negaban completamente el intento de proveerlos con agua por parte del Estado, debido a que bajo sus creencias el material con el que intentaban brindar este servicio era poco más que inservible; aquellos que recién habían llegado a la zona y se ubicaban en la parte superior del territorio, dependientes completamente del que por antiguedad se había logrado "recursear" (término tan peruano) algunos servicios de agua y de luz. Los últimos sí estaban de acuerdo con la implementación de servicio de agua; pero mientras los primeros no estuviesen de acuerdo la implementación era imposible.
El otro caso, sucedió en el callao, para ser más exactos en La Perla, dónde personal de la municipalidad fue expulsado por los vecinos de esa zona ante la amenaza de la construcción de una planta donde llegaran las aguas del desague, no aceptaron siquiera el saludo, pese a que ellos mismos rumoreaban que a forma de devolución por la aceptación de participar en dicho proyecto recibirían la cantidad 1000 nuevos soles.
Entonces por como podemos ver el comportamiento de las personas evidencia que existe una falta de cohesión para velar por los intereses grupales y que es muy probable que nos estemos haciendo las preguntas equivocadas como sociedad, en vez de preguntarnos: ¿cómo hacemos para todos poder tener agua?, nos preguntamos ¿cómo voy a aceptar yo ese tipo de tubería?. ¿Es a ese tipo de sociedad a la que queremos dirigirnos?

sábado, 12 de abril de 2008


LA NO-INSTITUCIONALIDAD UBICUA

Basta con pasar una hora disfrutando la experiencia de dar una vuelta en carro por nuestra ciudad de Lima para darse una idea bastante ilustrada de la realidad característica de esta gran nación del Sur. Este Estado en que vivimos, que conformamos. Y se llama Perú.

El fenómeno se plasma frente a nosotros e invade todos los sentidos, la inequívoca característica naturaleza de nuestra realidad cobra forma en cientos de pequeños vehículos amarillos, zigzagueando a babor y estribor, al son de las bocinas y cornetas estrepitosas y al ritmo de motores mal arreglados, que producen nubarrones de un sospechoso humo negro que, en nuestra típicamente latinoamericana alienación, hemos aprendido a llamar smog. El desorden hegemónico puede palparse en el aire, rodeando nuestra piel, al tiempo que un sabor a decadencia se va quedando ahí, al fondo del paladar…

Es el Perú

Y no cabe duda alguna. El Perú de los vehículos erráticos, ése donde las colas pierden su apariencia lineal y su razón de ser por la ley del yo primero. Una sociedad de individuos que no parecen tener nada en común, además del hecho de saberse individuos sin nada en común; aislados, ensimismados, autonormativos y soberanos de su propio ser y su existencia, que termina en el espacio donde el aire roza –y humedece- su piel.

¿Pero es que será posible que no se hayan percatado aún de que nuestra inequívoca particularidad, nuestra seña distintiva, nuestro sello y nuestra marca es ser la sociedad más libre del mundo? Y es que difícilmente en este Globo que habitamos podremos encontrar otro lugar donde todo sea posible, donde cada día despertar es ilusión porque sabes que aún no lo has visto todo y ése auto que surca la vereda (regresando a nuestra metáfora inicial) a velocidad inusitada, transportando diez personas, tres costales y un colchón como techado, provocará ésa sonrisa que no puede ser rutinaria, cuando abriéndose paso entre confundidos peatones intente evitar la molestia de sumarse a esa multitud de autos entrelazados alrededor de un semáforo descompuesto. Y una vez más sabrás que eres completamente libre. Que estás en el único lugar en donde se puede hacer lo que sea, donde sea y a la hora que sea; sólo basta con quererlo.

Aquí en Perú, querer es poder.

Y ojo con la palabra: “PODER”. Un poder que embota a adolescentes embebidos de él (y bebidos de otra sustancia) cuando montan sus camionetas de doble tracción y se lanzan por la noche erráticos con un pie que aplana el acelerador y que después no encuentra el freno. El poder que dota a tres metros de soberanía a un digno guachimán, centinela atento de su trozo de vía pública. El poder de ése señor blanquiñoso y peludo, que en su caucásico pellejo y el azulino en sus ojos esgrime su derecho de primacía, creando su fila alternativa, paralela a ésa donde una humilde columna de seres un poco más obscuros espera a ser atendida.

Es el poder que todo el que se sabe peruano disfruta de cuando en vez, concomitantemente. Es el poder que socaba a otro alternativo en donde la voluntad popular y la acción colectiva se conjugan conformando una gran fuerza, uno que llaman “Poder” con “p” mayúscula en un panfleto de tres soles llamado “Constitución Política”. Uno que aquí se ha desbaratado en muchos podercitos individuales que nos permiten hacer nuestra propia ley y derecho, a placer…

Este espacio se dedica a ése fenómeno, a una realidad que lastimosamente es la que se acerca más a algo así como una Identidad Nacional, a un algo característico que nos hace comunes y peruanos a ti y a mí; y a todos los demás. Y es que se hace difícil negar que la desinstitucionalización progresiva de nuestra sociedad, de nuestras costumbres, de nuestra forma de hacer las cosas, es matriz fundamental de nuestra realidad de hoy, de éso que en una palabra podemos llamar cultura.

El estudio de la Ciencia Política nace (tardíamente) en el Perú con un abrumador, pero fundamental reto: reinterpretar una realidad social en donde la institucionalidad formal no existe, al menos no al nivel agregado y estructural de la comunidad de seres; de la ciudadanía. Y para nuestro futuro resultará determinante, por el simple hecho de que lo que los federalistas y los republicanos acertaron llamar Estado Democrático sólo podrá existir aquí realmente cambiando las condiciones dadas, curando esta No-Institucionalidad Ubicua que sólo identifica a los individuos consigo mismos.




¿Y por qué Mafalda?

Mafalda nace en una sociedad así. Amorfa, contradictoria, anómica. En un mundo en permanente tensión. Su confusión y su abierto cuestionamiento es para nosotros una íntima evocación de lo que es ser un politólogo: Mirar al mundo así, como es, no dando nada por entendido, nada además del hecho de que el poder se ejerce y es para organizarnos. Y que éste ejercicio debe ser simple y llanamente dirigido al fin de hacer un mundo feliz. O al menos decente. Sin hambre, sin muertos, sin injusticia y en fin, sin sopa…




lunes, 7 de abril de 2008

ESTAMOS TRABAJANDO

Por el momento, las aplastantes cargas académicas impiden que este espacio tenga forma alguna, pero en un futuro no muy lejano iremos emergiendo de la obscuridad